Esta carta fue escrita por Miguel Ángel Rousseaux en el mes de noviembre de 1974 (dos años antes de su desaparición), en un contexto peligroso y conflictivo, donde la llamada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) actuaba diariamente secuestrando, torturando y asesinando con total impunidad. La carta a sus hijos que están en la costa, supuestamente de vacaciones aunque no había comenzado la época vacacional y tampoco las clases habían finalizado, está cargada de cierta melancolía que para entenderla se hace necesaria su contextualización histórica. Esta carta es el único objeto que les queda a sus hijos.
28/11/1974, Buenos Aires
Queridos:
Fabiana, Andrea y Lucas, no pude dejar de emocionarme, leí sus hermosas cartitas que demuestran en ellas el amor y la dulzura de Uds.
Y tengan en cuenta que es la primer vez que me encuentro estando tan lejos de Uds. y de todos modos creo que prefiero tenerlos cerca aunque me hagan gritar. De cualquier manera papá los llevó allí para que disfruten sus vacaciones bien ganadas y no para que nos pongamos todos tristes y melancólicos. Digo esto porque el otro día pasé por la costanera y me quedé mirando el río cómo corría enloquecido hacia el mar y me imaginé mezclado con él y llegar hasta el mar hecho sal y agua y aparecerme allí en la playa donde están Uds. para besarlos y abrazarlos.
Chau, hasta pronto,Papá