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Entre la masa del pánico y la articulación populista: conjeturas en torno al lazo social en la época del (pseudo) discurso capitalista

By 10 septiembre, 2020julio 28th, 2021No Comments

Juan Manuel Reynares (juanmreynares@gmail.com) | Jorge Foa Torres (jorgefoatorres@gmail.com)

Universidad Nacional de Villa María (Córdoba, Argentina)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas – Conicet (Buenos Aires, Argentina)

 

En este artículo pretendemos reflexionar sobre fenómenos políticos actuales de rasgos autoritarios a partir tanto de algunos desarrollos teóricos que articulan psicoanálisis y lenguajes de la teoría política contemporánea, como de la noción “masa del pánico”. Nuestra conjetura principal es que el actual debilitamiento generalizado de los significantes amo o nombres del padre, que entenderemos aquí a partir del trastocamiento enunciado por Lacan con el matema del discurso del capitalista, nos ubica ante un nuevo escenario donde el sujeto dividido no tiende a inscribirse en el lazo social, sino que, expuesto sin reservas al imperativo superyoico a gozar, se conecta, constituyendo masas del pánico.

Palabras clave: masa del pánico, discurso capitalista, Lacan, segregación, populismo

 

Introducción: una paradoja de la época

En los últimos años, en nuestra región y en el mundo asistimos al triunfo electoral de propuestas políticas conservadoras, que han convocado a amplios sectores de la población a partir de mensajes de violencia y segregación. Dichos fenómenos conmovieron ciertos lugares comunes del léxico democrático-liberal, reivindicando la incorrección política y denunciando a una clase política que tendría cada vez más dificultades para ejercer la representación de las demandas sociales.

Dentro de un sistema político altamente excluyente, la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. señaló el debilitamiento de un modo de construcción de apoyos políticos masivos que tenía en su contrincante Hillary Clinton su mejor exponente. En América Latina, la victoria del “no” en el plebiscito colombiano sobre las negociaciones de paz, el apoyo mayoritario a la candidatura de Bolsonaro en Brasil o el triunfo de Cambiemos en Argentina son eventos políticos contemporáneos que nos movilizan a un ejercicio de problematización, una hendidura desde la que el ser pueda ser pensado.

Estos acontecimientos ponen en aprietos a los nombres con que damos sentido a la época, especialmente a aquellas categorías con que pensamos la constitución de solidaridades políticas y sujetos colectivos.

En este artículo pretendemos reflexionar sobre estos masivos y volátiles apoyos a proyectos autoritarios a partir de la noción “masa del pánico”, acuñando en la paradoja de sus términos una reformulación de algunos desarrollos teóricos que articulan el psicoanálisis y ciertos lenguajes de la teoría política contemporánea. Nuestra intención no es analizar a profundidad los fenómenos mencionados, sino profundizar, con esta problematización como trasfondo, en algunos desplazamientos teóricos que permitan redescubrir estas abruptas y violentas reacciones sin caer en diagnósticos peyorativos sobre la irracionalidad de las masas.

Esta elaboración teórica implica una interrogación continua por la validez actual de aquellas categorías usualmente utilizadas para dar sentido a lo que nos sucede.

De allí que tomamos como punto de partida la definición freudiana de “masa” con la recuperación que de ella realiza Ernesto Laclau en La razón populista. Deteniéndonos en una dimensión poco relevada por este último —la relación entre Yo, Ideal del Yo y Superyó— destacamos el carácter pulsional y paradojal de la masa, a través de la relectura que realizó Lacan y que se condensa en la fórmula del fantasma, en el vínculo entre el sujeto dividido (ֆ) y el objeto a. Así, considerando el factor del goce a lo largo de las identificaciones fantasmáticas (en analogía con las identificaciones en las masas modernas), es posible considerar qué sucede allí donde la prohibición sostenida por el Ideal del Yo es declinada.

La conjetura principal de nuestro argumento es que el actual debilitamiento generalizado de los significantes ‘Amo’ o ‘Nombres del Padre’, que entenderemos aquí a partir del trastocamiento enunciado por Lacan con el matema del Discurso del Capitalista (en adelante DC), nos ubica, entonces, ante un nuevo escenario en el que el sujeto dividido no tiende a relacionarse en un sujeto colectivo o a inscribirse en el lazo social, sino que, expuesto sin reservas al imperativo superyoico a gozar, se conecta y constituye masas del pánico. La expansión de formas políticas segregativas en nuestra época, como las mencionadas más arriba, puede ser inteligida desde esta noción paradojal[1] de masa del pánico. Paradojal porque, aunque sus términos son contradictorios entre sí, ambos subsisten y llegan a copertenecerse o coconstituirse. En la formulación freudiana, la masa implicaba reconocer la existencia del lazo social, y el pánico refería a la disolución de ese lazo. En nuestra época, la masa del pánico emerge, correlativamente al ascenso del pseudodiscurso capitalista, como una pseudomasa que es capaz de producir efectos de conexión entre los individuos a partir de la disolución de los lazos, es decir, desde el propio pánico.

A continuación, y en primer lugar, identificaremos tres paradojas nodales de la noción de masa en Freud y, apoyados en ello, ciertas limitaciones de la formalización que Ernesto Laclau efectúa de tal concepto. Luego, abordaremos la reformulación lacaniana de los procesos identificatorios efectuada mediante las nociones de fantasma y goce. Aquí, nuevamente, destacaremos aquello que en la teoría de la hegemonía es pasado por alto en la relación entre el sujeto y el objeto a. De tal modo, nos será posible distinguir entre tres formas de vinculación del sujeto con el Otro social. Por un lado, la relación, propia de la masa moderna o freudiana. Por otro la conexión, instaurada por el DC. Por último, frente a la hiperconexión capitalista propondremos la noción de articulación populista —con base en una relectura de la concepción de populismo planteada por Ernesto Laclau y los desplazamientos o críticas enunciadas por Jorge Alemán— como forma política susceptible de producir cortes al circuito capitalista.


[1] Cabe destacar que reconocemos la paradoja como nudo epistémicometodológico lacaniano que pone a jugar la “orientación por lo real”, por cuanto en la paradoja reside la aporía como elemento constitutivo de todo aparato conceptual. Marta Gerez Ambertin ubica la paradoja como un elemento clave en el rumbo antagónico que toma Lacan en relación con los posfreudianos: “no se trata de limpiar el camino freudiano de las asperezas de sus paradojas; se trata de espolear el pensamiento para descubrir los espacios que esas paradojas inauguran”. Marta Gerez Ambertin, Las voces del superyó: en la clínica psicoanalítica y en el malestar en la cultura (Buenos Aires: Letra Viva, 2013), 218.


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