Skip to main content
¿Por qué lo clínico?

Resumen de la reunión Genocidio y Filiación del 27-6-2020

By 21 agosto, 2020julio 9th, 2021No Comments

Continuamos con la puntuación del seminario 21 (Los desengañados se engañan, Les non dupes errent, versión de la Escuela Freudiana de Buenos Aires) a la altura de la clase 5, del 8/1/1974. Retomamos desde el punto en el que en la clase anterior, Lacan ubica que el amor no es otra cosa que un decir, en tanto que acontecimiento.

“¡Ese decir! ese decir del amor se dirige al saber en tanto que éste está aquí, en lo que es preciso llamar el inconsciente.”

El amor planteado como medio (en el lugar de lo Imaginario)  es el lazo esencial entre lo Real y lo simbólico.

“El amor es la relación de lo Real con el saber. Si el psicoanálisis es un medio, es EN EL LUGAR del amor que se sostiene” “Es con lo imaginario de lo bello que habrá de enfrentarse, para franquear el camino de un reflorecimiento del amor en tanto que “l’(a)mor”, como alguna vez dije, al escribir el objeto a chica entre paréntesis más la palabra mur (muro), ya que l’(a)mour es lo que lo limita”

El Amor es lo posible, lo que deja de escribirse “La cosa amor se funda (puesto que sólo se trata de su posibilidad) en que ella deja de escribirse…” en lo que resulta que ella deja de escribirse, lo viene articulando en la letra de (a)mor (la lettre d’(a)mour), que también se traduce como la carta de amor. En otras épocas las cartas de amor se escribían sobre los muros… dejaron ya de escribirse.

Haremos un rodeo por esta cuestión, tratando de desbrozar hacia dónde se apunta con esto y en qué nos interesa. En las charlas “El saber del psicoanalista” en una de ellas, Lacan, cuenta que Leonardo da Vinci decía “Miren bien el muro”: “….sobre el muro hay una clase de cosas que se prestan a la figura, a la creación del arte: la mancha en cuestión es lo figurativo mismo, no obstante hay que saber qué relación hay entre esto y otra cosa que puede aparecer sobre el muro: las erosiones no sólo de la palabra sino del discurso. Más allá del muro, no hay, por lo que sabemos, más que ese real que se señala justamente por lo imposible, por lo imposible de alcanzarlo más allá de ese muro, eso no quita que sea lo real.”[1]

Estas charlas fueron editadas, publicadas e intercaladas con las clases del seminario 19 (…O Peor)  allí habla sobre la “carta de amuro” (clase del 9-2-1972), y plantea que la verdadera carta de amor es ésta: “te demando que rechaces lo que te ofrezco porque no es eso”.

La demanda que el analista satisface es el reconocimiento de esto fundamental: que lo que se demanda NO ES ESO. Es la inclusión de lo Imposible como tal.

En las otras charlas recopiladas en “Hablo a las paredes” (Paidós 2012), Lacan retoma la cuestión de los muros “Hablo en la capilla. Hablo a los muros, hablo a las paredes”. Su voz rebota en las paredes.

Es la reflexión de la voz sobre los muros. Lo que se dirige a los muros resuena, repercute. Las paredes también remiten a lo asilar.

El Muro simboliza, es, la castración (los sexos, lo Real).

Dos siglos después del deslizamiento calvinista la castración hizo su entrada con el Discurso analítico, se trataba del lenguaje y era un nuevo discurso. El Discurso del capitalismo plantea un rechazo de la castración y de las cosas del amor.

En el muro se edifica S , S1, S2 a (los cuatro elementos, letras, que van a girar en los lugares de un Discurso) Lo que no tiene necesidad de las paredes para escribirse es el Discurso, dirá Lacan allí, en Saint-Anne.

Toma un poema de Antoine Tudal, y lo modifica[2]. La Mujer toma el lugar del Amor en Lacan:

Entre el hombre y la mujer
Está el amor,
Entre el hombre y el amor… Hay un mundo
Entre el hombre y el mundo
Hay un muro.

El Amor es tomado como medio. El Muro es la castración. Siempre que se juega el amor seriamente entre un Hombre y una Mujer se pone en juego la castración: l(a)mur

Luego de este rodeo, retomamos el hilo de los interrogantes que plantea en el seminario 21:

El Discurso analítico se anuncia por una decantación del sentido ¿qué es lo necesario de este discurso? (¿lo que no deja de escribirse?)

Lacan está intentando pasar de un orden ordinal al cardinal, se trata de un franqueamiento (tomándose de la teoría de los conjuntos de Cantor) ¿Para qué puede servirnos en lo referente a la exploración de un discurso nuevo? “Uds lo saben, es así como designo al discurso analítico. Discurso que se anunció por una decantación del sentido”.

Lo que se propone este año es que no confundamos las palabras con las letras, ya que no es sino de letras que se funda lo necesario, como lo imposible, en una articulación que es la de la lógica.

Cómo pensar entonces lalengua, en este derrotero (entre el sentido, lo necesario, lo posible, lo que decanta) “…la lengua es eso… y ése es el sentido a lo que habrá de darse a lo que deja de escribirse. Sería el sentido mismo de las palabras lo que en este caso se suspende. Por lo cual emerge de ello el modo de lo posible… que al fin de cuentas algo que se ha dicho deja de escribirse. Lo cual demuestra que finalmente todo es posible por las palabras, y justamente a causa de esta condición: que no tengan ya sentido”[3]

La interpretación entonces, no es interpretación de sentido, sino juego con el equívoco “por eso puse el acento sobre el significante en la lengua”, la interpretación obra con lalengua, el inconsciente es un saber que se articula por lalengua, “no anudándose a él el cuerpo que allí habla sino por lo real con que se goza”[4].

“El hombre piensa con ayuda de las palabras. Y es en el encuentro entre esas palabras y su cuerpo donde algo se esboza…. si no hubiera palabras, ¿de qué podría testimoniar el hombre? Allí se ubica el sentido”. Para nada es un azar que en lalengua, cualquiera sea ella, en la que alguien recibió una primera impronta, una palabra es equívoca”[5].

Lalengua nos parasita, parasita el cuerpo, es lo que lo anima, y al mismo tiempo lo mortifica, lalengua produce efectos que son afectos, enigmáticos, no va a tener que ver con el lenguaje como cadena. La letra sería el retoño de lalangue, los afectos van sobre las huellas de lalengua. “Los padres modelan al sujeto en esa función que titulé como simbolismo. Lo que quiere decir, estrictamente, no que el niño sea el principio de un símbolo, sino la manera en que ha sido instilado un modo de hablar, no puede sino llevar la marca del modo bajo el cual lo aceptaron los padres”[6].

Retomamos lo conversado en reuniones previas: “la lengua nos afecta por todos los efectos que encierra y que son afectos… y que permanecen enigmáticos.  Si se puede decir que el inconsciente está estructurado como un lenguaje es por el hecho mismo de que los efectos de lalengua, ya allí como saber, van mucho más allá de todo lo que el ser que habla es capaz de enunciar.”[7]  Lalengua es el asunto de cada quien… nada es menos seguro que lalengua sirva para el diálogo.

Es así que las preguntas que surgen en torno a nuestro trabajo clínico, irán en la dirección de cómo se teje la novela en el recorrido de un análisis, cómo acoger el sentido que tiene una historia para alguien, lo que trama un origen, allí se pueden leer las huellas de cómo ese sujeto fue hablado, a qué lugar del deseo del Otro llegó, y qué se va diciendo en las vueltas de la repetición… Allí el enigma como el colmo del sentido, que da cuenta de lo que no puede decirse, lo imposible de decir. De ahí advendrá lo nuevo, la diferencia, otros sentidos posibles, que equivoquen aquellos sentidos coagulados y fijos, a veces aplastantes y mortíferos.

Poder leer en qué lugares topológicos se ubica el sujeto respecto de sus objetos, de sus dichos, caminos que dan cuenta de una temporalidad lógica, no cronológica, ese otro tiempo del inconsciente.

En ciertas situaciones clínicas complejas, donde también se hace necesaria la intervención de la instancia jurídica para dirimir alguna cuestión, la verdad tendrá un estatuto distinto que para un psicoanálisis: lo que es tomado por “falso” en la argumentación por el orden jurídico, sin embargo tendrá un valor de verdad dentro de la lógica fantasmática de un sujeto.

La pregunta por la responsabilidad subjetiva no apunta a responsabilizar a un sujeto por la “desgracia” en su vida, pero sí de las decisiones que lo han llevado a determinado lugar, y las consecuencias que de ello se desprenden, eso formará parte del trabajo analítico, y no es sin el pasaje por la angustia.

Víctima y sujeto dividido son lugares que se excluyen entre sí, si es la “víctima” la que habla, sus enunciados tendrán un estatuto de “completud”, será necesario barrar este discurso, para que allí emerja el Sujeto del inconsciente, sujeto responsable de su decir, dividido él, entre lo que enuncia y la dimensión de la enunciación. “Si la responsabilidad es lo que define al sujeto de derecho, ese es también el sujeto que podemos introducir en el campo de la clínica psicoanalítica. Allí no podemos dirigirnos a la víctima por una imposibilidad lógica.”

En “De la consistencia a la conjetura. Políticas públicas de Estado: sujeto”, Fabiana Rousseaux se interroga sobre el estatuto de la figura de la víctima de lesa humanidad, allí dice: “…quien acude a la cita del dispositivo clínico es siempre un sujeto que encontramos en otro lado. No está nunca allí donde habla de los “hechos atroces”, no está en lo que se espera escuchar, está en las fisuras del discurso, en lo inaudible. La producción de subjetividad  derivada del campo de las víctimas, tomada por completo por la técnica, no explica el surgimiento de la singularidad, aquello irrepetible, eso que nos hace ser a cada uno quienes somos “[8]… lo horroroso e intraducible de los hechos que no constituyen la verdad en sí misma, sin embargo la impregnan de sentido, la totalizan de sentido, la invaden, y ya nada puede dividir a la figura del exceso de sentido con la que carga esta particular víctima. Entonces, frente a la sacralidad de esa investidura, la pregnancia de los ideales intentan hacer hablar al Sujeto Supuesto Saber en el que se convierte la figura de La Víctima (con mayúsculas porque atrapa al Sujeto en el discurso total que se pone en marcha y habla al Sujeto). Se espera de él la entrega radical al sentido. Sin embargo el exceso traumático requiere una invención, un lenguaje fuera de lo universal. Se trata entonces de lograr toparse con el imposible de transmitir a un Todos.”

A modo de ir concluyendo este derrotero, traemos este recorte del bello escrito “Un dique contra el Pacífico. Azar-Destino-Invención”, de Miriam Pais:

“El parletre en su hechura de letra y cuerpo entraña la paradójica potencia de destrucción y creación, y en eso sólo el sujeto como efecto.

Lacan propone en el discurso psicoanalítico, como fructífera producción el encuentro de esa huella de S1 que le es propia, en la posibilidad así, de singular invención.

…El orden de civilización que impere,  tiene la posibilidad de incidir en la subjetividad, podrá achatar el efecto de poesía del sujeto, o habilitará una escritura otra si su gramática lo permite. El crimen así ya no es perfecto.

El sujeto lleva marcas que surcan destino, pero el azar puede permitir una variación de escritura.

Un Dique Contra El Pacífico

 


[1] J. Lacan. Seminario 19 …O Peor. Topología de la Palabra (charla). Ediciones Paidós 2011.

[2] ”Entre el Hombre y el Amor/Hay la Mujer/Entre el Hombre y la Mujer/Hay un Mundo/Entre el Hombre y el Mundo/Hay un Muro”

[3] J.Lacan Seminario 21 “Les non dupes errent” clase del 8-1-74

[4] “La Tercera” J. Lacan en Intervenciones y Textos 2. Ediciones Manantial, 1988.

[5] Conferencia en Ginebra sobre el Síntoma. J. Lacan. En Intervenciones y Textos 2. Ed. Manantial.

[6] Op. cit.

[7] Seminario 20 “Aún”, cap. “La Rata en el Laberinto”, Ediciones Paidós 1995.

[8] Jorge Alemán. “Horizontes Neoliberales en la Subjetividad”

Compartir: